Travesías de Esqui de Montaña: Peña San Justo (Canal NE)

No pocas veces viéndolo bajando del puerto de Las Señales me había tentado explorar este impresionante corredor de nieve que presenta la cara noreste de la Peña San Justo pero no ha sido hasta ahora, animado por la publicación de Adrados y mi buen estado físico, que he decido asomarme a él.

Las previsiones meteorológicas hacen que de el salto y me presente a las 8:30 en el puente los Hitos para seguir el itinerario propuesto en la guía de Adrados.

Con los primeros rayos de sol entrando en el Valle Pinzón cargo los esquís en la mochila esperando calzarlos pronto y camino a buen ritmo por la pista que va pegada al hayedo. Pasadas las praderías de la entrada al valle calzo los esquís y engancho los canes, voy a buen ritmo, con ayuda eso si pero al cruzar un riachuelo con el ímpetu de mis perros parto un bastón, ¿que hago?, ¿como voy a seguir con un palo?... allí mismo con ayuda de unas piedras consigo remacharlo y aunque ha quedado mas corto parece que sirve.

Sigo por la pista pero el ritmo aunque es elevado no es nada cómodo ya que hay muchas huellas profundas de raquetas y cada poco tengo que quitar las tablas para pasar los regatos, con todo, en una hora estoy en el collado Pinzón donde descanso un rato esperando a que entre un poco mas el sol en la canal que llega a las palas de la cresta.

Con la nieve un poco dura comienzo el ascenso con las cuchillas, las primeras quebradas acojonan un poco pero después cojo ritmo y en una hora llego a la entrada de la canal, "uff impresiona bastante mas que en las fotos" bueno, dejo los esquís y me voy a la cumbre, las vistas desde aquí son impresionantes y muy aéreas pero no puedo dejar de mirar a la canal, me asaltan dudas, "esta muy pinao, no veo bien la entrada, pero la nieve es perfecta...."

Al final decido entrarle por la derecha apurando el primer giro a la roca del frente, giro, giro y mas giros y después de unos cuantos un grito de euforia y me paro, ¡lo he hecho! El resto del descenso también es espectacular y la sensación de estar haciendo algo grande me invade disfrutando hasta los últimos giros aunque sean entre los piornos.

No tengo palabras resumir este descenso, solo me acuerdo de las veces que me dijeron "Tu con los tuétanos de titanio no volverás a esquiar como antes". Diez años después ya puedo decir que se equivocaron.